El tiempo de la contratación tradicional se agota. Los freelancers y las empresas que optan por el outsourcing están redefiniendo las normas y marcando una nueva era en la economía global.
Andrés es publicista y experto en marketing digital. Este es su quinto año como independiente. Antes, trabajó en dos empresas (una de retail y la otra de telefonía móvil), pero un desafío personal lo llevó a saltar al bando del freelancing.
Este profesional de la Generación Millennial —nacidos entre 1981 y 1996— dice que por nada se plantea volver a trabajar con contrato indefinido para una empresa.
Y es que Andrés (de 35 años) comenzó a conocer las ventajas de trabajar por cuenta propia y desde cualquier lugar del mundo 2 años antes de la pandemia de COVID-19. “Es lo que tiene necesitar apenas una conexión de Internet para ofrecer mis servicios”, dice.
Andrés forma parte de una tendencia global, que suma unos 1.100 millones de personas (entre emprendedores y profesionales) trabajando de forma autónoma en todo el planeta. Son los freelancers, aquellos que ofrecen sus servicios sin un contrato que los “ate” a una empresa y que obtienen un salario por proyectos o tareas realizadas a diferentes clientes.
Pero no son los únicos. Dentro de los emprendedores, hay quienes han logrado construir negocios sólidos y prestar, a través de ellos, servicios a otras compañías. Ese es el outsourcing (externalización), otra de las tendencias que cautiva a las empresas, que ven en la subcontratación una estrategia para:
Adaptarse lo más rápido posible a los cambios en el mercado y a las necesidades comerciales.
Optimizar recursos y mejorar sus operaciones.
¿Qué es la economía gig?
Si bien, no todo el crecimiento de los trabajadores por cuenta propia y de los servicios externalizados se puede atribuir a los avances del mundo digital, la economía gig ha realizado un importante aporte en esta materia.
Pero ¿qué es la economía gig? El Foro Económico Mundial la define como el intercambio de trabajo temporal por dinero entre personas o empresas a través de plataformas digitales.
Ejemplo de lo anterior son Uber, Upwork o Workana, que facilitan la contratación de trabajadores por cuenta propia para actividades específicas. Así es como la economía gig ha abierto nuevas oportunidades laborales para millones de personas a nivel mundial, especialmente después de que la pandemia marcara un punto de inflexión.
En ese momento:
Gran parte de la fuerza laboral se vio obligada a trabajar desde casa. Una experiencia que, a mediados de 2021, mostraba que el 87% de las personas quería seguir trabajando de forma remota la mayor parte del tiempo.
Personas de todos los rincones del mundo quedaron sin empleo o tuvieron que renunciar para hacerse cargo, por ejemplo, del cuidado de sus hijos. Situaciones que les empujaron a buscar formas de subsistir y de reinventarse laboralmente.
Pero la economía gig también ha estimulado la externalización de servicios. Y de hecho, es probable que este año veamos un crecimiento en sectores como:
Tecnología de la Información
Numerosas compañías requieren asignar la administración de la infraestructura TI y procesos críticos de Internet a profesionales altamente capacitados en este ámbito.
Para 2023, a nivel mundial, se proyecta un gasto en externalización de TI (ITO) de 519 mil millones de dólares, un 22% más que en 2019, según un informe de Deloitte.
Procesos de negocio
Compañías de todo el mundo buscan delegar a un proveedor externo especializado ciertos procesos para optimizar tareas administrativas y la atención al cliente, entre otros.
Para este año, se estima que —a nivel global— se registre un aumento en el gasto en outsourcing de procesos comerciales (BPO) de 19% con respecto a 2019, hasta los 212 mil millones de dólares.
Radiografía a los proveedores subcontratados y a los trabajadores independientes
Los cambios tecnológicos tienen un impacto profundo en el mercado laboral y en los enfoques de negocios. Esto mismo es lo que ha forjado el crecimiento de los proveedores de servicios externalizados y del freelancing. Pero ¿quiénes son?
¿Quiénes son los proveedores de servicios externos y a qué se dedican?
Suelen ser empresas o agencias que brindan soluciones integrales a sus clientes mediante profesionales expertos y una amplia variedad de recursos.
Como lo adelantamos, 2 sectores que predominan la subcontratación son TI (computación en la nube, diseño web, desarrollo de software, ciberseguridad, etc) y procesos comerciales (recursos humanos, marketing, publicidad, etc).
Otros proveedores que forman parte de este mundo son los:
Servicios legales y de cumplimiento normativo.
Servicios de investigación y análisis de mercado.
Servicios de diseño y producción gráfica.
Servicios de contabilidad.
Servicios de logística y supply chain.
Pero ¿cómo son los emprendedores que abren un negocio de este tipo?
Estos se caracterizan por:
Tener un vasto conocimiento y experiencia en el sector que ofrecerán la externalización.
Comprender las necesidades y desafíos de sus clientes mejor que un equipo interno de cualquier empresa, gracias a que han trabajado en distintos proyectos y en diferentes sectores. Esto último, un plus que llama la atención de las compañías en busca de conseguir mejores resultados.
¿Quiénes son los freelancers y a qué se dedican?
Para que te hagas una idea, solo en Estados Unidos hay unos 58 millones de trabajadores independientes, según el último informe de McKinsey & Company “American Opportunity Survey”.
Y la cifra está lejos de retroceder. Para 2027, estudios predicen que el 50% de la población estadounidense trabajará por cuenta propia si el ritmo de crecimiento freelancing se mantiene.
En América Latina, este fenómeno también está en ascenso. Ya en 2016 la contratación de este tipo de servicios había aumentado 180%, de acuerdo con un estudio de Workana, plataforma de empleo freelance.
Pero, ¿quiénes son las personas que trabajan bajo esta modalidad?
Los colaboradores externos provienen de una amplia variedad de sectores y trabajan como: consultores, desarrolladores web, diseñadores gráficos, redactores, copywriters, contadores, editores de video, expertos SEO, community managers, traffickers, psicólogos, asesores de imagen… ¡Y la lista suma y sigue!
Otro dato es que las mujeres pareciera que son más propensas a lanzarse a emprender, según McKinsey & Company. Entre otras razones, por la falta de oportunidades de empleo adecuadas, la necesidad de conciliar el trabajo con la vida familiar (especialmente las que son madres) y la discriminación de género.
Ahora, si de generaciones hablamos, los más interesados en trabajar de ese modo son los millennials y sus sucesores: los Gen Z (nacidos entre 1997 y 2012).
Ambos tienen claro que no quieren que sus vidas estén definidas por el trabajo, por lo que, buena parte de ellos, se inclina hacia el autoempleo en la búsqueda por mayor autonomía, libertad y el control de sus horarios.
Pero los Gen Z son más arrojados y decididos. La mayoría aspira a tener su propio negocio al 2030, según una encuesta a 6.000 jóvenes en 17 países de EY (consultora Ernst & Young) y la organización juvenil sin fines de lucro JA Worldwide.
Aumenta el interés de las empresas
El interés de las empresas apunta hacia estas dos modalidades de servicios: el freelancing y la externalización.
De hecho, solo en Sudamérica, los 3 sectores con más demanda freelance, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), son:
Diseño, medios, ingeniería y ciencia.
Redacción, traducción e idiomas.
TI, redes y software.
En España, en tanto, el 41% de las organizaciones trabaja con autónomos y el 67% piensa que necesitará del refuerzo de perfiles seniors en el futuro.
Algo similar ocurre con la subcontratación de servicios. Ese interés ha convertido al outsourcing “en una industria mega millonaria”, dice Monitor Deloitte. Tanto así que para este 2023, el gasto mundial en tercerizar procesos podría sumar 731 mil millones de dólares.
Pero ¿por qué la externalización de servicios y el freelancing se están volviendo tan populares entre las empresas?
Un motivo transversal es la necesidad de aumentar la eficiencia en algunas áreas de trabajo, mejorar resultados, reducir costos y de encontrar un alto nivel especialización que pueden no tener los talentos internos.
En definitiva, por el grado de experiencia, conocimiento y calidad de la ejecución de los servicios, como en el caso de Mindwork. Y es que como empresa de headhunters, ofrecemos a nuestros clientes asesoría especializada en:
Servicios de búsqueda de profesionales: el hecho de trabajar con clientes de distintos rubros y el trato diario con candidatos nos ha dado el know how para saber cómo abordar y dar solución a necesidades específicas de la atracción y selección de talentos.
Además, tenemos la capacidad de brindar una mirada externa sobre distintos mercados y levantar información que incluya las mejores prácticas que aplican las compañías en el ámbito del reclutamiento y selección.
Servicios de evaluaciones psicolaborales: nos permitimos desafiar las prácticas tradicionales del mercado del reclutamiento y selección que pueden no dar los resultados esperados por los empleadores. Para eso, utilizamos la metodología performance-based hiring mediante la que se evalúan variables clave que impactan en el potencial desempeño de un candidato.
Así, con nuestra asesoría externa aportamos a compañías de variados sectores como la producción, consumo masivo, energía, tecnología y de energía, entre otras, y les ayudamos a encontrar a los talentos profesionales más adecuados para distintos cargos.
8 razones por las que las empresas eligen el freelancing y el outsourcing
Estas formas de trabajo han demostrado ser una alternativa atractiva para muchas compañías.
Veamos algunas otras razones de por qué los empleadores ven una solución para sus necesidades de talento especializado en estas áreas de proveedores.
#1 Costo-efectivo
Contar con este tipo de servicios significa para la empresa la posibilidad de ahorrar costos laborales, algo imposible de evitar con un contrato indefinido (gasto de oficina, seguros, cotizaciones, vacaciones, entre otros).
Según un estudio de Forbes, por ejemplo, más de la mitad de las empresas que optan por talento independiente ahorran hasta un 20%.
#2 Agilidad
En una economía acelerada, las empresas necesitan agilidad. Así que el freelancing y la tercerización son interesantes, especialmente para aquellas compañías que crecen rápido o necesitan resolver emergencias.
#3 Especialización
Buscar talento independiente o servicios externos ofrece a las empresas la posibilidad de conocer un grupo más amplio de potenciales talentos con competencias específicas. Cuanto más experiencia tengan, más valor aportarán a los proyectos.
#4 Calidad
Ambos tipos de proveedores pueden producir un trabajo de alta calidad debido a su avanzada experiencia en áreas determinadas.
Además, la presión por retener clientes y la alta competencia, les lleva a poner énfasis en la calidad y rigurosidad de un proyecto.
#5 Menores riesgos
Este sistema de trabajo reduce el riesgo para las empresas, ya que, aún contratando estos servicios, puede efectuar ajustes o cambios sin afectar sus operaciones internas.
#6 Encontrar profesionales en menos tiempo
El crecimiento del freelancing y la externalización de servicios permite encontrar a profesionales en menor tiempo, haciendo más rápida la selección.
#7 Mirada externa e ideas frescas
Los autónomos con antecedentes educacionales, culturas y disciplinas diferentes a las del equipo pueden aportar a la diversidad de la empresa y proponer nuevas soluciones creativas.
Lo mismo ocurre con los negocios de externalización. Estos proveedores se especializan en resolver problemas y ofrecer soluciones, mostrando a sus clientes perspectivas valiosas y contribuciones innovadoras y eficaces que, de otro modo, no hubiesen considerado.
#8 Flexibilidad y eficiencia
Ambos pueden enfocarse en un proyecto a la vez o trabajar en plazos cortos, dependiendo de los acuerdos que establezcan con el cliente.
Esta flexibilidad les permite enfocarse en una tarea prioritaria o que requiera una dedicada atención, lo cual puede ser más eficiente y rápido que el trabajo de una persona contratada a tiempo completo que tiene una alta cantidad de tareas.
¿Cómo evaluar el potencial de proveedores outsourcing y freelancers?
Si la empresa decidió que quiere trabajar con un talento independiente, hay una observación clave que debe tener presente:
Los conocimientos y aptitudes de aquellos que trabajan por cuenta propia puede que no provengan de un estudio formal en una universidad o instituto técnico.
Una parte de ellos toma formaciones, cursos o capacitaciones creadas por otros emprendedores. Algo similar puede ocurrir con los proveedores de la externalización, lo que es muy común de ver en sectores como el marketing digital.
Por lo tanto, cuando planees la fase de evaluación, enfócate en conocer aspectos como:
Experiencia.
Antecedentes y referencias.
Portafolio.
Rigurosidad del trabajo.
Capacidad de respuesta (tiempo y eficiencia).
Compatibilidad cultural.
En el caso de los trabajadores por cuenta propia es posible crear una evaluación más personalizada que permita conocer sus habilidades.
Para esto, te compartimos 3 tips:
1. Utiliza una entrevista estructurada por competencias, con las mismas preguntas y en el mismo orden para todos los candidatos.
2. Incorpora una metodología basada en la evidencia científica, que permita evaluar el fit cultural.
3. Integra herramientas —como los juegos basados en neurociencia e Inteligencia Artificial— que permitan aplicar una evaluación rigurosa de las habilidades de la persona y medir su ajuste con las competencias que requiere el cargo.
Usando este sistema podrás generar una cartera de posibles nuevos colaboradores —que se ajusten a los valores de la empresa y que posean las habilidades que necesitas— y, de paso, crear una relación a largo plazo con ellos.
¡Construye una buena y larga relación con tus proveedores!
Para evitar tener que buscar nuevos talentos o empresas para tercerizar procesos se necesita cambiar el enfoque: no se trata solo de subcontratar profesionales temporalmente.
Cuando seleccionas a una empresa de servicios externos o a un colaborador por cuenta propia compatible con la cultura y los valores de tu organización, es posible crear el camino hacia la colaboración a largo plazo. Una estrategia que puede generar grandes beneficios a ambas partes y asegurar una colaboración productiva con miras a los mismos objetivos.
2 acciones que te ayudarán a forjar esa buena y larga relación son:
1. Convertirlos en tus mejores aliados
La construcción de una relación a largo plazo —tanto con profesionales independientes como del mundo de la subcontratación— se basa en la confianza y el respeto mutuo. Por lo tanto, es importante tratarlos como parte integral del equipo y hacerles sentir valorados y apreciados.
Además, incluirlos en actividades sociales y reuniones de trabajo ayudará a fomentar una cultura de colaboración y lealtad.
2. Mantener una comunicación clara y fluida
Ponte a disposición de tus nuevos proveedores y explícales cómo su trabajo debe contribuir al resto del equipo a lograr los objetivos de la compañía.
Asegúrate de que todos (equipos interno y externo) comprendan y acuerden responsabilidades, calidad y plazos esperados. En este sentido, es importante mantener una línea abierta de comunicación, confianza y transparencia para lograr una colaboración exitosa.
Y no te olvides de monitorear el progreso y el desempeño de los procesos. Es vital para cumplir con los objetivos trazados.
¿Ya estás trabajando con freelancers o con proveedores outsourcing?
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